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Entrevista a Octavi Mestre.(parte III final)

Siendo aún estudiante de arquitectura colaboras en grandes obras como el Palau Sant Jordi, posteriormente el MACBA y también la reconstrucción y ampliación del Liceo en el despacho de Francesc Labastida. Gracias a él que tú y yo nos conocimos.

Sí, gracias a él nos conocimos. Estaba colaborando en su despacho en la reforma interior de una vivienda.

Ya llevaba algún tiempo colaborando en su despacho. Yo hacía quinto curso de arquitectura cuando un día en clase Francesc Labastida que era el profesor, se levantó y dijo: “¿A quién le interesa trabajar este verano?”. Una compañera y yo reaccionamos al momento: “Nosotras!” A partir de ahí empecé a trabajar para él y en un proyecto que a mí me encantó, el Palau Sant Jordi con el equipo de Arata Isozaki en Barcelona. Un equipo japonés.

Posteriormente llegó el MACBA, con un equipo americano. También interesantísimo.

Estuvimos en el despacho en la Zona Franca para las instalaciones del Palau Sant Jordi como equipo de Francesc Labastida. Para MACBA nos reuníamos en una sala del edificio lateral del Palau de Pedralbes.

¡Fueron unos proyectos que dieron lugar a unas experiencias magníficas!

¿De qué manera ese inicio profesional junto a Francesc Labastida y en proyectos de gran envergadura para la ciudad de Barcelona ha marcado tu trayectoria profesional?

Creo que me ha marcado mucho. A partir de ese momento empezaron todos los proyectos de transformación de lo que hoy es Barcelona.

El trabajar con equipos de distintas culturas, sus metodologías, sus órdenes, sus jerarquías, te da una visión distinta, diversa.

Francesc Labastida siempre le ha dado toda la importancia al planteo del proyecto más que su dimensionado, la filosofía de la tipología de las instalaciones y esto, a mí me lo inculcó: para mí fue mi maestro. Me enseñó a optimizar siempre las instalaciones. Actualmente es un aspecto que se tiene muy en cuenta y se lleva muy al día pero, en el año 86 cuando se planteó el Palau Sant Jordi, todo esto era novedoso para mí…..

Era música celestial.

¡Exacto! En aquellos años nadie tenía ningún interés en la optimización de las instalaciones. Todavía no hablábamos de ecología o de eficiencia energética, pero sí que hablábamos de optimización: en aquella época el pensamiento en verde todavía estaba lejano.

A partir de allí ya fui trabajando en otros proyectos que han sido muy interesantes para mí. Cuando acabé los estudios organizamos un despacho junto con varios compañeros de carrera y compartíamos estudio, aunque cada uno tenía sus propios proyectos. Estuvimos hasta el año 2000. Finalmente monté mi despacho individual actual y hasta hoy.

Si analizamos tu trayectoria, vemos que, de manera natural o buscada,  te has especializado en la rehabilitación de edificios en entorno urbano para su uso generalmente residencial. ¿Por qué crees que ha sido así? ¿Qué parte de tu trabajo es la que más te gusta?

Sin dudarlo, la parte que más me gusta de mi trabajo es la obra. Pisar obra es en lo que más disfruto, tener la proximidad, ensuciarte, tocar yeso, definir encuentros, acabados… A ti también te gusta mucho pisar obra, Antonio.

Aunque sabiendo que es un peligro todo cambio con improvisación, tienes que tener el proyecto muy claro y visualizado. Todo cambio implica otras variaciones en cadena.

¿Lo de trabajar en Barcelona? Yo me he especializado en el tema de rehabilitación por querer, justamente, trabajar en Barcelona, mi ciudad, una ciudad que me encanta.

En Barcelona, tener obra nueva, de obra privada, es prácticamente nula.

…..Un chalet.

En Barcelona difícil.

Bueno, en Barcelona no, pero en Mallorca o en Gerona he construido viviendas unifamiliares, muy interesante, es otro tipo de trabajo, igualmente enriquecedor.

Nosotros también, en Constructora Xedex prácticamente el 80%, no sé si exacto pero creo que sí, ha sido rehabilitación. Esto viene también de mi forma de ser, en mi casa, cuando una cosa no funciona se repara inmediatamente.

Mercè, siempre has estado ligada al Colegio de arquitectos, incluso encabezas un grupo asambleario y electoral independiente, y, sin embargo, nunca has sido una persona “mediática”. ¿Se trata de una actitud?

Sí, yo sinceramente creo que sí. No me ha parecido necesario el ser una persona mediática. Creo que he tenido muchos clientes, muchos amigos, sin tener que darme a conocer excesivamente y, siempre he procurado trabajar para vivir y no vivir para trabajar. Creo que a mí me gusta vivir bien pero sin ningún tipo de gasto excesivo.

Ser una persona mediática supone mucho trabajo, has de tener mucha dedicación. Las redes sociales: si estás tienes que tener una actividad continuada en ella. No lo he creído necesario, no lo he necesitado, quizás es un aspecto que he dejado perder y es una lástima, quizás…. ¡Todavía estaría a tiempo de replanteármelo!

¿Qué te gustaría hacer profesionalmente que todavía no hayas hecho?

Me gustaría hacer un edificio de nueva planta en Barcelona. He colaborado en edificios como el Liceu, el MACBA, el Palau Sant Jordi,… pero claro son de “iconos de la arquitectura” hablamos de Richard Meier, de Arata Isozaki,… y en el caso del Liceu, de un edificio muy histórico. Un edificio en Barcelona de nueva planta sería un reto. Vivo igualmente tranquila.

¿En qué estás trabajando en este momento?

Sigo con los temas de rehabilitación, acabamos de terminar esta obra de rehabilitación de un edificio completo. Ha sido muy interesante y creo que ha quedado muy bien. Todo el equipo, promotor, constructora y arquitecto estamos satisfechos.

Actualmente más que una obra grande tengo varias de menor tamaño. Aunque todavía está el cierre de esta obra que hemos tenido conjuntamente, todo el papeleo, todas las gestiones de final de obra. Y a la espera, pero, seguiré con la rehabilitación.

Al iniciar esta conversación hemos comentado que nos conocimos de la mano de Francesc Labastida hace muchos años, lo que no hemos dicho es que desde entonces hemos colaborado en muchos y diversos proyectos de rehabilitación de vivienda en Barcelona. Recuerdo la primera obra en Doctor Roux,  pasando por una reforma del  almacén de Vidosa en Ríos Rosas para transformarlo en viviendas y la actual rehabilitación integral en la calle Flassaders. ¿Qué destacarías tú del trabajo de Constructora Xedex?

De Xedex me gusta mucho el cuidado que tenéis tanto con el técnico como con el cliente, con la obra en sí. Siempre me acuerdo de tu frase, te la he oído varias veces, y ahora ya nos conocemos de hace mucho tiempo, “los clientes repiten con Xedex” y esto tiene mucho mérito porque normalmente muchos finales de obra son muy duros, en muchos finales de obra la gente acaba no alegremente, en cambio yo creo que vosotros tenéis un cariño por la profesión de constructor, por las obras y por los acabados. Por eso creo que sois muy adecuados para la rehabilitación, porque miráis el detalle, el buen acabado. El papel de confianza entre constructora, cliente y técnico, es una cosa que valoro mucho, es esencial y le doy importancia a eso, porque es cómodo y adecuado para las obras.  Aseguran un buen resultado.

Me haces recordar que no siempre acabamos bien, del todo bien….

Seguro que generalmente sí.

Sí, generalmente sí. Incluso nos ha ocurrido que pareciendo que no hemos acabado muy bien y no han quedado muy contentos, al cabo de un tiempo le pregunto a alguien: “Oye, ¿cómo has dado con nosotros? Y dice, es que me lo recomendó fulanito de tal, y el fulanito de tal yo tengo la idea que al final no quedó excesivamente contento, con lo cual desmiente la idea que yo tenía. Eso me ha ocurrido un par de veces, al menos.

En temas de rehabilitación hay que tener confianza porque surgen imprevistos que no están previstos, eso es lo malo de los imprevistos, y entonces ocasionan disgustos de gasto de dinero sin ningún beneficio complementario sino tapar la “avería”, curar la sorpresa. Y ello se traduce en mayor dinero de inversión pero no en mejora, en mayor brillo del producto final.

A nosotros como constructora nos gusta trabajar contigo porque eres una buena profesional. Siempre hemos tenido un trato excelente.  No lo digo por decir, te gusta la obra, la vives y te arremangas para conseguir que ese desorden que puede llegar a ser una construcción y especialmente una rehabilitación, sea lo más fácil, controlado y previsible posible. En el deseo de que sigamos teniendo ocasión de colaborar contigo, y aprovecho para decirte que nosotros igual hacemos una obra grande que una pequeñita, por muy pequeñita que ésta sea. Generalmente la pequeñita es con alguien que ya hemos tratado pero, nunca hemos dicho a un cliente, oye para eso llama al paleta, o llama a otro contratista.

Muchísimas gracias Mercè.

Muchas gracias a vosotros.